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Expresión idiomática/Spanish idiomatic expression: Darse con un canto en los dientes

Esta expresión significa conformarse con algo, aunque sea malo, porque es mejor de lo esperado.


Origen:


Aunque su origen es bastante incierto, esta expresión puede estar relacionada con la costumbre de la penitencia. Algunos pueblos se azotaban o se golpeaban con piedras (cantos) para pedir favor divino ante alguna adversidad o para manifestar su dolor.



La palabra canto deriva del latín cantus, voz de origen celta que aludía a la llanta de metal de una rueda y nada tiene que ver con el verbo cantar. Por eso, canto se aplicó al extremo, lado o remate de una cosa, como ocurre con el canto de un libro, un cuchillo, un ladrillo o una moneda. Decimos que algo está ‘de canto’ para indicar que se sitúa de lado y no de plano, o que una cosa viene ‘al canto’ cuando está próxima en el tiempo, a pique de realizarse, muy cerca o de forma inmediata (me temo una discusión al canto). Algo ocurre por ‘el canto de un duro’ cuando le falta muy poco para hacerse efectivo (perdió el partido por el canto de un duro, me faltó el canto de un duro para aprobar inglés), en alusión al fino perfil de la antigua moneda española de cinco pesetas, conocida popularmente como duro.


Pero canto también puede referirse a un trozo de piedra, que es el significado que tiene en la expresión que nos ocupa. Y es que a propósito de la frase ‘darse con un canto en los dientes’, el DLE recoge otra similar, ‘con un canto en los pechos’, para expresar que algo se hace con mucho gusto y complacencia, y acto seguido afirma que, además de los dientes, uno puede darse con un canto en los nudillos, con el mismo significado.


Este gesto se exageró tiempo después, cambiando pecho por dientes para hacer más efectiva y enfática dicha expresión, perdido ya el concepto inicial del culto que la originó. No obstante, en cierto modo tal costumbre perduró en la liturgia católica, de forma que cuando el creyente entona el mea culpa en la oración del Credo, como señal de arrepentimiento, lo acompaña con tres golpes en el pecho con el puño cerrado, pero ya sin agarrar piedra alguna.


Ejemplo:


Como no he estudiado mucho, si llego a aprobar dos exámenes, puedo darme con un canto en los dientes.

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