Esta fiesta se celebra el 20 de enero, día de San Sebastián, en la localidad de Lubrín en Almería.
En esta fiesta se arrojan roscos de pan al paso de la figura del santo desde los balcones. Los panes son recogidos por los jóvenes que se encuentran abajo, organizados en peñas, y que compiten entre ellos por coger los roscos que luego colocan en una soga hasta que se acaban los panes o la cuerda no da para más. Este evento goza de la Declaración de Interés Turístico en Andalucía y se ha convertido en una importante seña de identidad para Lubrín.
Su origen se remonta a la época en la que Almería se vio afectada por epidemias de peste y cólera en las que se posiblemente se lanzara a los pobres pan y monedas desde los balcones para evitar el contacto directo y posibles contagios. Otras fuentes apuntan a la pobreza ocasionada por años de malas cosechas como origen de la tradición. Ante estas condiciones, los habitantes de Lubrín, devotos de San Sebastián, pidieron al santo para que la situación cesara.
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