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Fiestas extraordinarias y singulares en España: La Vijanera en Silió, Cantabria.

Esta es una de las fiestas más tradicionales y arraigadas en Cantabria y está reconocida por la UNESCO como Bien de Interés Cultural Inmaterial.


Tiene lugar en la localidad de Silió, en el municipio de Molledo, el primer domingo de cada año para festejar la entrada del Año Nuevo y despedir el Año Viejo. Cuando la celebración coincide con el primer día del año, su fecha se traslada al siguiente domingo.


Es el primer carnaval del año que se celebra en Europa al que acuden cientos de personas. Se trata de un hermoso ritual relacionado con la muerte y la vida, en el que participan numerosas máscaras de gran colorido y fuerza estética y cuya tradición se remonta a la época romana. Se cree que su origen puede estar unido a celebraciones o ritos ancestrales de cambio de ciclo estacional, de celebración del solsticio de invierno, pero el origen documentado de esta fiesta es del año 1786, cuando la Inquisición publicó un texto que hacía referencia a la celebración. Este documento se encuentra en el Archivo Histórico Nacional.


Originalmente, la Vijanera se festejaba en los valles de Iguña, Toranzo, Trasmiera, Campoo y Polaciones pero en la actualidad la única localidad de la región donde se lleva a cabo es la citada Silió. Consiste en un mascarada colorista en la que participan alrededor de 60 personajes (todos varones): la madama, el mancebo, los trapajones, el oso y su dueño, el pasiego, el caballero, la Pepa o Pepona, el médico, el domador, el húngaro, el viejo y la Vieja, todos ellos vestidos de manera vistosa y con una función y un simbolismo propios.





Sin embargo los verdaderos protagonistas de la fiesta son los zarramacos debido a la importancia de su papel. Estos últimos son personas vestidas con pieles de carnero y sombreros picudos, además de llevar la cara pintada de negro, que van ahuyentando los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar los varios campanos que llevan atados al cuerpo. Su misión es la de expulsar a dichos espíritus del pueblo llegando hasta los límites del mismo.



La segunda parte de la celebración trata de hacer crítica del año que acaba. Los mozos vijaneros se reúnen en la plaza del pueblo y leen unas coplas que, en lenguaje popular y tonos que van desde la jocosidad hasta el ensañamiento, analizan lo sucedido en el pasado año desde nivel local al internacional.


La fiesta termina con dos actos, primero se produce "la Preñá", es decir el parto o nacimiento del nuevo año. Tras esto, La Vijanera concluye con la muerte del Oso, que simboliza la victoria del bien sobre el mal y el deseo de buenos propósitos para el nuevo año.




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